Muchos indígenas son del estado de Chiapas, que contiene la mayor población indígena y también es la región más pobre del país. Que el estado más pobre tenga la mayor cantidad de población indígena está lejos de ser una coincidencia. Buscan preservar sus formas de vida tradicionales y a menudo son discriminados por su propia nación. Las batallas entre la población indígena y el Estado mexicano se prolongan desde hace décadas y lamentablemente continúan hoy.
El movimiento zapatista (un grupo revolucionario armado con sede en Chiapas) comenzó en 1994 y desde entonces ha estado en una guerra declarada contra el “estado mexicano”. Durante este tiempo, se firmó el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entre México, Estados Unidos y Canadá, que terminó quitando muchos empleos a los agricultores locales en México y arrojando a millones de personas a la pobreza. También revocó el artículo 27 de la Constitución mexicana que otorgaba derechos territoriales a los indígenas. Después de que el artículo fue revocado, estos pueblos indígenas fueron expulsados de sus tierras por el gobierno.
Si bien los chiapas han tomado medidas para mejorar las vidas de la población indígena y mantener sus derechos fundamentales, aún queda mucho por hacer. Un gran paso adelante se produjo en 2009 cuando el Estado adoptó la Agenda Chiapas-ONU. El acuerdo puso un fuerte énfasis en mejorar la salud y la educación y al mismo tiempo abordar la pobreza y el medio ambiente. El estado modificó su constitución en el proceso. Si bien cada presidente promete brindar ayuda a estas comunidades, con demasiada frecuencia se quedan cortos.
Si nos fijamos en los pueblos indígenas, resultará evidente que su ideología nunca ha muerto y que el pueblo siempre alcanzará su objetivo de demoler las privaciones y la injusticia en Chiapas. Sus continuas formas revolucionarias son un ejemplo para el resto del mundo de que no se tolerarán la corrupción, la pobreza, la injusticia y la devastación ambiental, ya que los desvalidos seguirán avanzando hasta que se haga justicia.
–Taylor Rae Schaefer
El Rincón Callejero
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